Una autopista de bajo consumo capaz de interaccionar
con el conductor, con luces que se recarguen por el día y brillen
durante la noche.
Esta es la propuesta futurista de un grupo de
ingenieros y diseñadores holandeses que quieren que la autopista sea
mucho más que la gruesa línea de asfalto que conocemos hoy en día.
Según anunciaron la firma de diseño
Studio Roosegaarde y la constructora Heijmans, el primer prototipo de
autopista inteligente será puesto a prueba a mediados de 2013 en la
provincia holandesa de Brabante y de su éxito depende que su uso se
extienda por toda Europa.
Pintura dinámica
La idea es que las vías por las que transiten
los futuros vehículos autónomos estén perfectamente integradas en el
paisaje y que su consumo de energía sea mucho menor que en las vías
actuales.
Para ello, la primera fase del proyecto
contempla el uso de distintos tipos de pintura fotosensible para
iluminar la vía sin necesidad de usar electricidad, así como pintura
dinámica para generar símbolos informativos en el pavimento.
"Son unas líneas en la superficie de la
autopista que recolectan la energía del sol durante el día y luego
brillan en la oscuridad durante diez horas", explicó a BBC Mundo Heleen
Herbert, directora de infraestructura de Heijmans.
"También hemos desarrollado materiales que
cambian de color con la temperatura. Vamos a usarlos de modo que cuando
la temperatura descienda a 2º, se ilumine la superficie en forma de
cristales de hielo".
Sostenibilidad
"Cuando estaba conduciendo mi auto, me di cuenta de que gastamos
millones en las autopistas, consumimos grandes cantidades de energía y
alteran nuestro paisaje. De alguna manera el diseño y la innovación
están totalmente ausentes en esta industria", explicó a BBC Mundo Daan
Roosegaarde, director del estudio.
Fue así como se concibió el proyecto Route 66
para poner a prueba el primer prototipo de autopista futurista,
orientada sobre todo a países con problemas de abastecimiento
energético.
"La sostenibilidad es la parte más interesante",
dice por su parte Herbert, "porque lo interesante es que puedes generar
energía en la propia ruta".
En una segunda fase del proyecto, se estudia
incluir turbinas de viento generadoras de energía y carriles de recarga
de baterías.
Este tipo de luces aprovecharán el viento
generado por un auto al pasar, lo que moverá unas turbinas con pequeños
generadores de energía incorporados.
"Otras ideas que necesitan más inversión son
algunas como la línea de cargado", explica Roosegaarde, "en lugar de
tener que esperar seis horas para cargar un auto, vamos a crear una vía
prioritaria para cargar el coche mientras se conduce, pero eso llevará
un año más".
El equipo estudia incorporar luces de viento, que aprovechen el movimiento generado por el paso del auto.
Conducir de forma mas inteligente
Aunque el proyecto es ambicioso, algunos se plantean si el costo de
incorporar estas nuevas tecnologías a la ruta no resultará excesivo para
muchos gobiernos en un contexto de crisis.
Pero Roosegardee argumenta que la solución es más barata que "construir un nuevo planeta".
"Es algo global, tenemos que renegociar con la
relación que tenemos con nuestro entorno, sobre todo en un área como la
energía. No se va a conducir menos, al contrario, se va a conducir más,
así que tenemos que hacerlo de forma más inteligente", apuntó.
Según Roosegardee, la idea ya habría despertado
el interés de países con grandes problemas energéticos como India, así
como de China y países de América Latina, donde estima que la nueva
autopista podría empezar a verse dentro de cinco o seis años.
En la siguiente fase del proyecto se incorporará una vía de recarga de autos eléctricos.
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