El material hecho de una lámina del grosor de un átomo de carbono
puede anotarse otra propiedad: tiene una gran respuesta termoeléctrica
frente a la luz. Es decir: al ser alcanzado por luz de cualquier
longitud de onda, puede producir una corriente eléctrica.
Tras ser expuesto a una fuente luminosa, el Grafeno empezó a producir
corriente eléctrica de manera inusual, un gran hallazgo que podría
llevarnos a mejoras en dispositivos fotodetectores, sistemas de visión
nocturna y, lo más importante, una nueva generación de placas solares.
Según cuenta Pablo Jarillo-Herrero, profesor de física del MIT,
esta aparición de corriente eléctrica ya había sido observada con
anterioridad, los investigadores asumieron que se debía a un efecto
fotovoltaico y despreciaron este fenómeno.
El equipo del MIT encontró que al someter una lámina de Grafeno a la
luz de un láser, aparecieron dos regiones en el material con diferentes
propiedades eléctricas que, además, provocó una diferencia de
temperatura entre ambas zonas de material que, a su vez, hizo que se
generase una corriente eléctrica. Resultó que el Grafeno, al ser
iluminado con el láser, los electrones de la estructura del material
(que eran calentados por la luz) circulaban en la corriente generada
pero el núcleo de carbono de la estructura del material permanecía frío e
inalterado. Curiosamente, esta diferencia de temperatura en materiales
ya se había podido observar pero en un escenario totalmente distinto:
ante temperaturas extremadamente bajas o cuando se bombardean
intensamente con un láser de alta potencia, sin embargo, en el caso del
Grafeno el fenómeno apareció a temperatura ambiente y con una luz que no
era más intensa que la luz del sol.
El grafeno es el material más robusto que conocemos. En muchos materiales, electrones con exceso de temperatura pueden transferir energía a los que tienen alrededor alterando su estructura pero, en el caso del grafeno, es complicado que la estructura se quiebre porque si consideramos que el grafeno es robusto es porque hace falta una gran energía para que la vibración de los electrones provocada por el el calor haga que la estructura se rompa. […] Este fenómeno es muy nuevo, por tanto, es complicado decir dónde podríamos aplicarlo. Nuestro trabajo, fundamentalmente, se centra en la física pero mucha gente cree que el grafeno puede aplicarse en un amplio abanico de soluciones
Teniendo en cuenta el hallazgo realizado, el Grafeno podría
utilizarse como fotodetector puesto que podría reaccionar ante un
intervalo de energía bastante amplio, desde la luz visible hasta los
infrarrojos, algo que no todos los fotodetectores pueden hacer. Pero,
realmente, donde podría tener una aplicación destacada es en la
recolección de energía solar puesto que el Grafeno es capaz de responder
a un intervalo amplio de longitudes de onda (en contraposición a los
materiales habituales que únicamente responden a longitudes de onda
concretas), aunque los investigadores se muestran cautos aún con los
usos:
Aún no está claro si podría usarse como generador eficiente de energía, es pronto para saberlo. De todas formas, nos encontramos absolutamente ante la infancia de una posible generación de fotodetectores de grafeno. Hay muchos factores que podrían hacer que fuesen mejores o más rápidos y es algo que exploraremos ahora.
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